La semana pasada el
sindicato Comisiones Obreras denunciaba el despido de 304 trabajadores
del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (Ecyl) promovido por
la Junta de Castilla y León. Estos despidos suponen la pérdida de entre
el 20 y el 25% de la plantilla total del Ecyl en Castilla y León (unos
1100 empleados en toda la Comunidad) que, según el sindicato, “supondrá
un atropello a los recursos humanos y la pérdida de un servicio público
muy importante” en un momento en el que hay hasta 250000 desempleados y
desempleadas en Castilla y León.
Es irónico que tras
una reforma laboral cuyo eje era el abaratamiento del despido ahora
reduzcan la plantilla para gestionar y canalizar las cada vez más
abultadas colas del paro. Al mismo tiempo que es irónico que se
intervenga la economía del Estado cuando la banca, causante de la actual
crisis económica, pero no se ofrezca ninguna solución a los cerca de 6
millones de trabajadoras y trabajadores. Entendemos que estos hechos no
son sino algunos más dentro de la escalada de ataques a la clase
trabajadora de la Comunidad Autónoma utilizando la manida excusa del
déficit y la necesidad de ahorrar. Excusa que sirve de pantalla de humo
para la expansión del capital hacia el único reducto que les queda por
capitalizar; los servicios públicos. No es casualidad que en la reforma
laboral una de las beneficiadas fueran las ETT´s, que se consolidan como
agencias de colocación de empleo.
Sólo en Castilla y
León están desapareciendo numerosas oficinas con especial incidencia en
núcleos rurales, como en Fabero o Bembibre, dificultando el acceso al
empleo y presionando cada vez más sobre las duras condiciones a las que
se ve sometida la clase trabajadora. Como siempre, la gestión de la
crisis por parte del capital sólo perjudica a los trabajadores y
trabajadoras de la Comunidad Autónoma.
Ahora que la lucha de
clases en Castilla y León se agudiza y el conflicto minero pone de
relieve las contradicciones de un sistema capitalista en decadencia, la
alternativa pasa por el socialismo, por la creación de una alternativa
social que gestione la economía a favor de la clase trabajadora. Una
alternativa que tendremos que traer entre todos y todas, uniendo los
conflictos sectoriales (empleados públicos, mineros, EREs…) hacia una
lucha contra el sistema capitalista que solo ofrece paro, precariedad y
despoblación.
¡CONTRA LOS RECORTES EN EL SERVICIO PÚBLICO, LUCHA + NACIONALIZACIÓN + REINDUSTRIALIZACIÓN = FUTURO!
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