La Juventud Comunista, por el Poder Popular
ArtÃculo publicado en el Agitación CyL 4
Cuando
salimos a la calle y realizamos actividad contestataria contra el
sistema, muchas veces exigimos que el Estado aborde una serie de
problemáticas que, lamentablemente, nunca aborda. Exigimos al Estado que
frene los desahucios, que deje de privatizar la sanidad y la educación,
que haga de la democracia algo más que una palabra lamentablemente
hueca..., y la respuesta que encontramos siempre es la misma:
indiferencia hacia las reivindicaciones y represión contra quienes las
hacen. No podemos, por otra parte, esperar otra cosa: el Estado está al
servicio del capital, y éste no va a permitir que le toquen sus
intereses.
La campaña que ha sacado
para el presente curso polÃtico la Juventud Comunista deja muy claro
contra quienes vamos, y también aquello por lo que luchamos. El lema de
la campaña es “Derrotemos a la Troika y su deuda, construyendo
República, Poder Popular y Socialismo”.
Pero,
¿qué es eso de “la Troika”? ¿Un trÃo de mafi osos rusos? ¡Ã“jala! ¡SerÃa
mucho más fácil de combatir! Pero de lo que en realidad se trata es de
las tres instituciones completamente antidemocráticas que deciden las
polÃticas a aplicar, los rumbos a adoptar, los servicios públicos que
privatizar... Hablamos, por supuesto, de la Comisión Europea, del Banco
Central Europeo y del Fondo Monetario.
¿Quién ha elegido a estos
organismos? Desde luego, no las clases trabajadoras. Pero resulta que lo
que sà hacen las clases trabajadoras es pagar, por obligación de la
Troika, la deuda privada del gran capital. La reforma de la Constitución
pactada por el PP y el PSOE en los últimos dÃas del Gobierno de
Zapatero, lejos de limitarse a poner un tope al gasto como se dijo que
era la fi nalidad, lo que hizo fue obligar al Estado a pagar la deuda
privada. Todos los recortes posteriores -en los que la responsabilidad
la comparten el PP y el PSOE por dicha reforma constitucional, que no se
engañe nadie- se han producido no para pagar la deuda del Estado. No es
que hayamos gastado más de lo que tenÃamos, como dicen para escurrir el
bulto. Lo que se está pagando ahora es la deuda privada, los gastos de
más de un gran capital que se ha negado a renunciar a un ápice de sus
ganancias. El gran capital se endeuda, la Troika ordena a los gobiernos
ocuparse de dicha deuda, los gobiernos obedecen, los/as trabajadores/as
pagan y se quedan sin servicios públicos: este es el guión seguido de
manera invariable.
En Castilla y
León, además, las polÃticas de la Troika están ejerciendo efectos
nefastos para los que no parece de ninguna manera haber solución en el
marco del capitalismo. El desmantelamiento del tejido productivo
castellano-leonés, el fracking, el desmontaje de la minerÃa...,
responden a las polÃticas que desde la Troika ordenan poner en marcha al
Estado burgués que es España. El lema “Castilla y León: paro
precariedad y despoblación”, lejos de ser un lema de “cenizos”, describe
tristemente la realidad que vemos dÃa a dÃa en nuestra comunidad
autónoma. Y la solución, por supuesto, no pasa por reformas dentro del
capitalismo. Lejos está el gran capital de dejarse quitar su gran trozo
del pastel, aunque ello suponga la ruina de amplios territorios.
Como
hemos dicho, la Constitución ampara esto, y el poder está al servicio
del gran capital, que tiene en la Troika su mayor representante. ¿Qué
hacer? Desde la Juventud Comunista creemos que la única alternativa es
el proceso constituyente hacia la Tercera República y la creación de
poder popular como vÃa al socialismo. Un proceso constituyente tiene que
acabar con el sometimiento en el que nos han sumido a los dictámenes de
la Troika, y tiene que acabar con una monarquÃa que por basarse en la
superioridad de unos españoles sobre otros convierte en papel mojado
toda la Constitución. Y a dicho proceso constituyente no se puede llegar
a través de las instituciones del capital: la única vÃa es el poder
popular. Las clases trabajadoras deben organizarse desde la base para
golpear al temblequeante régimen burgués, imponer un proceso
constituyente y definir un nuevo modelo de relaciones polÃticas,
económicas y sociales. Modelo, por supuesto, que no puede basarse en la
explotación del hombre sobre el hombre, ni en la opresión del hombre
sobre la mujer: modelo, en definitiva, que debe romper con el
capitalismo y el patriarcado. Hablamos, por supuesto, de socialismo.
“Socialismo” no es el PSOE. “Socialismo” no es gestionar el capitalismo
con cara de progresista. “Socialismo” implica que las clases
trabajadoras ejerzan el poder polÃtico, posean los medios de producción y
planifi quen la economÃa de acuerdo con las necesidades colectivas, y
no para benefi - ciar intereses individuales. Es a eso a lo que
aspiramos, y es por eso por lo que luchamos. La campaña de este curso
polÃtico es sólo una campaña, pero estos objetivos son los objetivos
globales de la Juventud Comunista. Y en los tiempos en que nos hallamos,
además de un objetivo polÃtico, la lucha contra el capitalismo es un
deber moral. Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España llamamos a
toda la juventud trabajadora y estudiantil del Estado Español a luchar
por sus derechos, a construir Poder Popular y, en defi nitiva, a pelear
por el socialismo. ¡OrganÃzate y lucha!
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