20 Noviembre 2013
Este 25 de noviembre, desde el PCE y
la UJCE denunciamos que la violencia de género no disminuye, por el
contrario está aumentando y especialmente en las personas adolescentes.
Esta lacra requiere medidas específicas y especiales que proporcionen a
las mujeres elementos de prevención y protección reales, es por ello que
es imprescindible la prevención desde la escuela con un currículum que
incluya como una de sus prioridades la educación no sexista para formar
personas con valores de respeto y aceptación a la diferencia, por la
igualdad entre hombres y mujeres.
Actualmente
en muchos países las mujeres se encuentran excluidas de derechos que
las invisibiliza, las empobrece y las sitúa en continuo riesgo de
violencia extrema, de explotación sexual, de agresiones, violaciones,
asesinatos y ejecuciones… En nuestro país, la deriva conservadora y
patriarcal con los recortes solo se reconoce violencia de género si la
mujer es ingresada en un hospital.
La ley de violencia de género ya
insuficiente desde su origen, hoy con el gobierno del PP, pretende
cambiar la fórmula para contabilizar a las víctimas, computando aquellas
que han sido hospitalizadas durante más de 24 horas. Es decir, si
después de haber sufrido agresiones físicas o psicológicas de la pareja y
no haber pasado más de 24 horas ingresada, en el mejor de los casos él
solo recibirá una falta administrativa. Si a la mujer se la controla
económicamente, se le dificulta el acceso al mercado laboral, no puede
ver a su familia, y si se ve obligada a depender de su pareja; si no ha
pasado 24 horas ingresada, solo le quedará callar y aguantar. Aunque hay
otra manera de aparecer en las estadísticas mensuales como víctima de
violencia de género, si ha sido ASESINADA POR PARTE DE SU PAREJA O
EX-PAREJA.
A pesar de que teóricamente esta lacra
sea rechazada desde cualquier ámbito político, durante esta última fase
neoliberal la situación de las mujeres ha empeorado, dando lugar a una
agudización: de la feminización de la pobreza, de la división sexual del
trabajo, de la precariedad laboral, entre muchísimas otras cuestiones,
eliminando aquellos derechos que con tanto esfuerzo habíamos logrado.
Pero, debemos denunciar las diferentes
medidas del gobierno contra los derechos de las mujeres, que se dan en
varios planos (físico, psicológico y sexual):
- la reforma laboral (las mujeres son despedidas al pedir baja maternal, hacer de cuidadoras…etc.) que empuja a las mujeres al ámbito de la reproducción y por otro lado, a formar parte de un mercado laboral sexista que deja a las mujeres con salarios más bajos y trabajos descalificados socialmente. De manera que las mujeres tienen que asumir un doble rol: amas de casa y trabajadoras, teniendo menos tiempo para sí mismas.
- El retroceso de la ley del IVE (en derechos sexuales y reproductivos) volviendo a tiempos pasados, que dispone la integridad del feto sobre los derechos de las mujeres, que excluye a mujeres lesbianas y solteras de los tratamientos de inseminación artificial o que excluye a las mujeres migrantes de la sanidad pública, que pisotea la libertad de expresión de las mujeres y el derecho a decidir sobre su cuerpo, no es más que un estado que reproduce y reafirma la violencia de género.
- La imposición de la corresponsabilidad irreal en las obligaciones familiares.
- Recortes en recursos de protección social y en programas de igualdad.
Con el aumento del paro entre la
juventud del estado español, se ha visto incrementado el ejercicio de la
prostitución, ya no solo entre jóvenes, sino también entre amas de casa
cuyos maridos se encuentran en situación de desempleo de larga
duración. Según los datos de la asociación Médicos del Mundo, en 2012
más de 2.000 personas más empezaron a prostituirse en España. Un 18% de
estos tienen una edad de entre 18 y 24 años ¿No es el aumento de la
prostitución otra forma más de violencia de género?
Este 25 de noviembre debemos tenerlo claro, tenemos que salir a la calle y gritar ¡Basta!
debemos salir a la calle y gritar basta!